Ficus talado y arrancado. Alicante

sábado, 12 de noviembre de 2011

Monda de 1 franco belga de 1926 del Congo Belga



los abusos mas comunes era el corte de las manos a la altura de las muñecas. Las manos cercenadas se volvieron tan comunes, que los capataces y negreros las usaban como moneda informal.


El Congo Belga
El Congo Belga fue el nombre del territorio administrado por el Reino de Bélgica en África entre 1908 y 1960, año en el que se independizó con el nombre de República Democrática del Congo. El mismo se estableció el 15 de noviembre de 1908 tras fuertes presiones internacionales causadas por el duro régimen de gobierno que ejerció Leopoldo II de Bélgica (fue un genocida nunca juzgado. Tuvo existencia hasta que se produjo la independencia del Congo el 30 de junio de 1960.

En 1885, en la Conferencia de Berlín se estableció en la zona, el denominado Estado Libre del Congo, un dominio colonial africano, propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica. Desde este momento El Congo fue administrado de forma privada por el rey Leopoldo hasta 1908, año en que el territorio fue cedido a Bélgica.

Durante el período en que fue administrado por Leopoldo II, el territorio fue objeto de una explotación sistemática e indiscriminada de sus recursos naturales (especialmente el marfil y el caucho), en la que se utilizó exclusivamente mano de obra indígena en condiciones de esclavitud. Para mantener su control sobre la población nativa, la administración colonial instauró un régimen de terror, en el que fueron frecuentes los asesinatos en masa y las mutilaciones; los abusos mas comunes era el corte de las manos a la altura de las muñecas. Las manos cercenadas se volvieron tan comunes, que los capataces y negreros las usaban como moneda informal. Debido a esto y otros factores relacionados, hubo un elevadísimo número de víctimas mortales: aunque es imposible realizar cálculos exactos, la mayoría de los autores mencionan cifras de entre cinco y diez millones de muertos.

A partir de 1900, la prensa europea y estadounidense comenzó a informar acerca de las dramáticas condiciones en que vivía la población nativa del territorio. Las maniobras diplomáticas y la presión de la opinión pública consiguieron que el rey belga renunciase a su dominio personal sobre el Congo, que pasó a convertirse en una colonia de Bélgica, bajo el nombre de Congo Belga.